De Greccio al Alvernia
Hemos terminado el recuerdo de Greccio, la primera representación de la Nochebuena, por parte de Francisco, los frailes y el pueblo. La Encarnación del Verbo, se vio aquella noche en la montaña, ante los ojos de unas gentes sencillas.
Allí se recuerda que el Hijo desciende a la carne de nuestra fragilidad.
Comenzamos el recuerdo del Alvernia, la recepción de las llagas del crucificado, en las manos, pies y costado de Francisco. La Redención, se plasmó en otra montaña, inadvertida a los ojos de los hermanos.
Allí se recuerda que el Hijo desciende a la cruz por nosotros.
Comentarios
Publicar un comentario